Juan Luis Rod
Juan Luis Rod (1987). Diplomado en Lengua Extranjera (Inglés) por la Universidad de Sevilla, Experto Universitario en Fotografía Aplicada por la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante), Curso Profesional de Fotografía en Efti (Madrid). Postgrado en Fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ganador del Concurso Internacional sobre Derechos Humanos 10/12/48 (Premio Derechos de Mujer). Seleccionado entre los ganadores del Concurso Contemporarte. Ha participado en numerosas exposiciones a nivel nacional e internacional (Italia, Chile, Brasil, Portugal, Níger...) y ha publicado varios libros de fotografía con otros colectivos “Contemporarte 2015” y “Flamantes 2016”. Ha trabajado como fotógrafo para El Periódico y ha publicado su trabajo también en medios como Equal Times, The Guardian, Brussels Times, Fox News, DW, Planeta Futuro, El Salto Diario, y es actualmente colaborador habitual de El País. También colabora con agencias como AFP, Getty Images, Anadolu Agency... Ha trabajado para ONGs como Médicos del Mundo, Alianza por la Solidaridad, Cruz Roja, Agence Français de Développement, Ayuda en Acción, CIC, Madre Coraje, entre otras y en diferentes países como Senegal, Uganda, Mozambique, Burkina Faso, Mali, Níger, Gambia, Sudáfrica, Zambia, Zimbabwe, Túnez, México, Brasil, Perú, entre otros. Es cofundador de la Escuela de Fotografía SUMERGEte, donde combina su trabajo como coordinador y profesor, con sus proyectos personales de autor. Es también cofundador del colectivo WE ARE PHOT
SOBRE LA OBRA
Juan Luis Rod se inspira en sus abuelas para llevar a cabo este proyecto. Recuerda los momentos compartidos en el zaguán de la casa de su abuela Luisa, donde solían reunirse para disfrutar del aire libre y observar a los jóvenes pasar por la calle. Esto les hacía recordar con nostalgia sus años de juventud. En este espacio Rod, ha creado un estudio acogedor para que sus modelos se sientan cómodas y relajadas frente a la cámara. Aunque su abuela ya no está, sus amigas y vecinas siguen siendo una parte importante de esta tradición.
Juventud, divino tesoro es una expresión que solía escuchar a mi abuela y a sus amigas cuando se sentaban en la calle a tomar el fresco en las cálidas tardes de verano. Dicha expresión la suspiraban al ver pasar a jóvenes muchachos y muchachas por la calle, con la intención de rememorar y añorar los años de juventud, teniendo cierto componente de melancolía y recuerdo.
La primera constancia escrita de la expresión la encontramos en el libro de poemas ‘Cantos de vida y esperanza’, publicado en 1905 por el poeta nicaragüense Rubén Darío, quien iniciaba el poema ‘Canción de otoño en primavera’ del siguiente modo:
[...]Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... [...]
Cuando recibí la noticia para participar en este proyecto no sabía como abordarlo, pero rápidamente supe que sería a través de experiencias y recuerdos vividos con mis abuelas.
Fue así como decidí trasladar y montar mi estudio fotográfico al mítico zaguán de la casa de mi abuela Luisa, ese mismo que tantas tardes cruzaban para salir a la calle a sus tertulias y diversos quehaceres al fresco.
Tras varias pruebas con esquemas de luz diferentes, me decidí por una luz cálida y un fondo oscuro que realzara la belleza de mis protagonistas, y que a su vez no fuera ni muy invasiva ni molesta para que ellas se sintieran cómodas y relajadas ante la cámara.
Hoy, mi abuela no está, pero si sus amigas y vecinas, Lola, Concha, Dolores...y en todas ellas está inspirada esta obra.